Infinite

Salir del lugar común


Y a este gran lugar común lo llamaremos sociedad. Las redes multiplican a la diez mil los lugares comunes de las fiestas, que ni son comunes ni son nada, a menos que se active una férrea intención.

Viejos (II)

La foto original y el colgante original


[NADA]
Esas manos de seda,
tan suaves, cálidas,
esperan hallar el lugar
que no han curado del pecado
y de donde la sangre amarga
no supieron arrancar aún...
......todavía espera......
tan falsa daga tu pecho oprime
y su mirada no era lo que será jamás...

Viejos



Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla,

donde yo no me hallo no se halla
hombre más apenado que ninguno.

Viajar en tres fases



Gente, maletas y megafonía de Babel.

Poner un pie en Atocha desde Chamartín-conexión y la primera vez que te fijas el rostro de esa gente que, como tú, sobresale apenas de un batiburrillo de maletas, encuentras a alguien conocido. Será posible, con lo grande que es esto.

Y esto es lo que pasa cuando...




... el insomnio respeta la noche y no hay centímetros de piel suficiente para contener tanta energía. 

Y es invierno ya (o a las 17:11 horas) pero lo que pone los pelos de punta es el viento ancestral, el miedo ancestral, el llevo la razón y no me la quites y no opines, el yo puedo decir que soy listo pero tú no lo digas.

Tiempo acelerado


El volumen sube unas cuantas décimas, sin que nadie lo toque, y la música aguda se filtra en el sueño como una taladradora. Una voz familiar habla de Madiba y habla de funerales de Estado, una voz conocida pero más acelerada de lo normal, más grave, como enfadada.

Gente muy feliz haciendo cosas


Tu alma, en la tumba de piedra gris
estará a solas con sus tristes pensamientos.

Vivir en la gran basura: Life & Letters


Si algo llamaba mi atención a corta edad es que las obras clásicas de autores extranjeros tenían un lenguaje más claro que las de los autores de enjundia españoles. Parece que un texto era (¿es?) literatura española si se enrevesa el mensaje hasta que mates al lector de aburrimiento, completamente perdido en un idioma tan útil como leer texto cuneiforme (para quien no sepa, que es la mayoría).

Armonía



Sólo tres cosas nos separan: idioma, sexo y religión.
El fútbol no nos gusta a ninguno, menos mal.

Lo absurdo




En las condiciones más adversas lloverán cristales del cielo, el terreno será resbaladizo, el paraguas mojará con más contundencia -hacia abajo- y el final de la rotonda desaparecerá de la vista.

Cuando llegue tu hora más desesperada, habrá una siguiente. 
Siempre una siguiente.

Allí


La boca del infierno es una cafetera vacía cuando vas a echarte un vaso. 

En las playas de la Térmica, la chimenea de ladrillo de la antigua fábrica ha exhibido por años mi verdadero nombre, graffiti gigantesco en letras blancas.

Símbolos


Esto de la foto son unos tallarines tres delicias podridos. No los oléis, pero están PODRIDOS. Hace falta una mascarilla de oxígeno para acercarse a menos de 10 metros, o un jersey que tapone las fosas nasales para obtener la instantánea. Ni un poco raros ni con regusto a sobras: digo que la carne sabe a zombi descompuesto hecho tiras. La imagen hace justicia al pedazo de ternera, sí, se parece a lo que estáis pensando.

El sueño de los injustos

by José Granizo, extranjero antes conocido como fotógrafo

El canal donde leí la información se me ha olvidado por completo; creo que fue en un blog de consejos sobre (auto)edición. Uno de los puntos para neo-escritores más solos que la una es que no transcurriera demasiado tiempo entre una obra y la siguiente, en su publicación en la selva amazónica. De esta manera, los lectores potenciales no huirían hacia el siguiente viral de gatitos.

Nada es lo que parece...



 ... o de cómo citar a Dante sin haberle leído una puta línea (Inferno, mucho menos)

Bailoteo existencial (2)

Un perro verde. Vamos, lo normal in my world


Es tan sorprendente el movimiento cíclico que da hasta miedo. Parece que lo hubiera escrito un guionista drogado en pleno ataque de ictus cerebral. O que debe ser así, y ya está. Tantos tioglicolatos en el pelo se pagan...

Under (2)



El sol de noviembre todavía pica, con 15 minutos de insistencia. El aire, sin embargo, tiene el tono gélido y húmedo que adelanta el invierno. Ha estado lloviendo toda la noche. El fuerte viento arrastra al horizonte las nubes de tormenta que quedan.

#Jueves

Mi reino por un caballo de Gengis Kan

Martes so far



Mírame, estoy acorralada.
Mírame, el desierto me ha hecho inofensiva.
That thing in the soul of the many. 

#Sábado

Por aquí escupo

Hay una gran diferencia entre la autoconsciencia afilada como un bisturí, capaz de diseccionar el mundo al mismo tiempo que se observa uno dentro, como espectador, y el simple ombliguismo chato del yo; entre sufrir enfermedad delicada o sólo sufrir de consumismo capitalista o los cánceres de los abuelos; entre los estados alterados de conciencia, con un objetivo ulterior de conocimiento, trabajados durante largas horas como entrenamiento espiritual, y el simple desbarre alucinatorio de drogas sintéticas. El ser humano más hueco puede alcanzar el estado de Nirvana con la dosis adecuada de MDMA, según kilogramos de peso.

Intenta hacerlo sobrio, gilipollas, verás que no puedes hacer nada.

Revolta

Celebrar Hallowen a lo raro: «Writers Royal Rumble»

Esto no me sale, oyes

Se os acaba el tiempo. ¡Se me acaba el tiempo! Es lo que pasa por dejarlo todo para el último día. O para el momento correcto, según se mire.

Fuera de combate. Fase #3


Si mezclas una perfomance de Abel Azcona con el final de Loopoesía 2013 de Jordi Corominas obtienes un desparrame parecido al happening en el que derivó la obra de teatro del 1 de noviembre. Mi personaje era el que sostenía un corazón de vaca y corría entre el público. Víscera mal envuelta en plástico transparente por culpa de las prisas, que empezó a chorrear sangre, y aquella chica disfrazada de vampiro en post-Halloween empezó a gritar, y el personaje a gritar más y a perseguirla, a restregar vísceras y todo el público acabó involucrándose en un éxtasis grupal.

Palabras caprichosas



Breve añadido al listado provisional de Palabras bellas.

Palabras que siempre llaman mi atención, aunque lo de alrededor sea basura. Incluyo también unas pocas que son todo lo contrario: repelentes.

La maldición



El último lugar común (Musas II)


La infancia no es ningún territorio perdido por el hombre.

De la infancia a la juventud sólo hay un día y unas pocas hormonas. Apenas cambia gran cosa: está ese compañero de clase, el de ayer, al que llamabas "noviete" y sólo imaginabas tomando de la mano o en el acto de compartir su bocadillo del recreo. Al otro día, sin más, hay manos entrelazadas y también bocadillos y también te lo imaginas cansado por las agujetas (ambos) tras una noche de follarle salvajemente.

Atragantio: las Musas, el otro lado y toda su familia



Un día rarísimo, este domingo.

Con diferencia, con abismal diferencia, casi de cortarse las venas en cuatro pedazos, el post serio sobre las Musas (en el que razono por qué el artículo de Javier Gomá Lanzón es una basura facilona) se me ha atragantado más que ningún otro que haya intentado escribir antes en el blog, en cualquier periódico o revista.

Viajes


Todo el viaje fue una sucesión de curvas verdes y música atronadora. Turn the page repetida quinientas veces, con algún silencio breve entre una y la misma. Los golpes de batería parecían tallar los bordes de la carretera, con precipicios de cientos de metros en algunos tramos, un puente de apenas medio carril para dos coches en sentido contrario, un camión de gran tonelaje en opuesta dirección. Lo justo para sentir el pelo erizado en la nuca durante segundos. Y el significado de la canción, mal chapurreada en algunas ocasiones, a pleno pulmón otras, desafinada todas las veces, acompañaba la idea: pasar página, en movimiento hacia ninguna parte.

Hitos del absurdo



* La escritura creativa, por definición, será rellenar línea tras línea con el flujo de conciencia que salga, venga de donde venga -que nunca se sabrá, ni falta que hace-. 
Error.

Dýchat


El bolígrafo que todavía escribe cuando se ha terminado la tinta... la sartén que pone otro plato cuando ya no hay más... la sangre que fluye en rombos, cargada de endorfinas... el aliento último para llegar a la cima del Nanga Parbat, cuando la bombona de oxígeno está vacía y nuestros dedos azules... el final de una frase, sin punto final, que es un final...

Oh, Wood!

Under


El escupitajo tiene la precisión de una mira telescópica. En el exacto centro del mármol rojo, la única losa entera que sobrevive cerca de nuestras sillas.

Cómo NO hacer una reseña...


Clase práctica de cómo no se hace una reseña. Atención:


La manía de escribir

by Chiu


Respuesta a la antigua.
Para @Blumm
El escáner no da para más.

Septiembre y Claudia

PUM
Sigo con la televisión rota y soy feliz. Por fin disfruto de una "televisión cultural" a la hora que quiera, es decir, chuparme los documentales que me apetezcan en Youtube (y Vimeo) hasta quedarme tonta. Youtube sigue con las recomendaciones extrañas, a pesar de mis esfuerzos por no iniciar sesión.

Tangencial



Hoy es un día de veneno.

Odio el sabor amargo. Odio la ginebra y odio la cerveza: produzco el amargo de manera endógena, así que no tolero suplementos externos. Y las almendras tostadas (y amargas) ocupan el lugar número uno. Si queréis que entre en coma con los ojos abiertos, invitadme a una cerveza con un platillo de almendras podridas. Atravesaré nuestra galaxia para esconderme en la siguiente, aún no explorada por la NASA; me enroscaré dentro del caparazón y no habrá manera de sacarme de allí.¿Qué te pasa? Tienes cara rara. No estoy aquí. Viajo en el tiempo y el espacio.

La vida soñada

Apollo 11 mission officials shortly after the successful Apollo 11 liftoff

Once días.

Levantarse sobre las 7 de la mañana, al amanecer, sin necesidad de poner despertador. Es la primera vez que me sucede algo así. 
Un café. Un paquete de tabaco.
Seguir la narración por donde iba, añadir varias páginas.
Descansar sobre las 12, estirar las piernas, un segundo café. Leer cosas. Noticias. Algún vídeo chorra. Twitter, Facebook. Revisar ofertas de empleo "normal", apuntarse a varias, enviar cvs.
Repasar las páginas nuevas.
Almorzar. 
Tercer café. Ver más noticias. Seguir la lectura de alguno de los libros que tengo empezados.
Revisar desde el principio. 
Cenar.
Estar sentada a esa hora extraña y deliciosa, que coincide con las 22.22 horas.
Corregir lo último, añadir algo. Anotar ideas breves o detalles concretos de cómo sigue el hilo.
No echo de menos el blog, ya estoy escribiendo otra cosa.
Acostarse en la cama, pero para estirar las piernas: la postura por defecto es la de un yogui encima de la silla, con las piernas cruzadas, hasta que las horas pasan factura. Entretenerse con algún artículo, o algún documental, en el móvil (no tengo portátil). Quedarme dormida sin querer.

Fire Dance




«El deseo es el origen de todo sufrimiento».
Do I wish to die, today? 

Engranaje



En las umbrías costas de Mesara...
—Perdona, en Mesara siempre hace sol.
—Deja que ponga la umbra donde me de la gana, ¿ah?

Haz el favor de ir fuera.

A pesar de todo

Hotel La Barracuda, donde blablabla (el rollo te lo sueltan en JotDown)

Cuando pasé por la puerta del hotel, camino del ciber que hay en la esquina, iba masticando Magma [Spurious]. Recién terminado y oculto en la maleta de "vacaciones". Ah, mira, ahí es donde... pensé de reojo, sin detenerme, y seguí con el runrun-quémierda-rún de Magma. El texto no tiene la culpa, en realidad, sino toda la basura que lo rodea. Sobre todo, la más cercana, en la contraportada del libro. Tremenda.

Todo bien, todo correcto, todo patas arriba



Antiguo, muy antiguo. Todo antiguo, casi tanto como el respirar.

El mismo antiguo teclado donde redacté mi tesina fin de carrera. Y los apuntes. Y la copia que he encontrado, la última. ¿Cuándo van a acabarse, joder?

En la selva de Amazon: autoedición y el mundo exterior




Ha sido una sensación extraña contemplar lo que uno mismo ha puesto en el mapa. Sacarlo de su sitio y que alguien (muy pocos, pero ya hay alguien) lo imagine. 

Y ahí está, lo he encontrado de camino a este reposo vacacional, que me ha traído de vuelta por otros motivos. 

Uno de los capítulos más largos y más dolorosos (pero el más recortado) de todo el texto. Ahí fuera. Muy extraño. 

La palabra


La palabra.

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"Ni audaz ni temerario, tampoco cobarde. La vida libre no le acobardaría. Claro que tal género de vida no se le ha presentado, pero tampoco esto le preocupa, como en general no se preocupa de sí en absoluto, pero hay alguien desconocido que se preocupa por él, tan sólo por él. Y esas preocupaciones de ese alguien desconocido, y en especial su constancia, son las que en horas silenciosas le causan una terrible jaqueca".

(En ninguna ocasión se está lo suficientemente preparado, Franz Kafka) 

Primer capítulo

Sí, bueno, no hay que ser un lince para comprobar que se me echó el tiempo encima. Ni 24 de junio ni nada. Y por si fuera poco, el blog es el único sitio donde no he avisado.

Cuenta atrás: 24 de junio


El 24 de junio. 2013.
Si nadie lo remedia,
si la resaca de San Juan os permite ver algo,
el 24 de junio
BUSCAD EN AMAZON.

En tiempo de descuento


Ay, que la balanza se ha movido un poco.

Ayy, que he visto un libro bien publicado, con su presentación en Madrid (sus tags y sus fotos y el posible vermú después) y su papel. Con el tema de crónicas de la crisis, la misma idea.

Días de polillas

[Banda sonora abajo]


Recuerdo temblar congelada, sudar a pleno sol, piel roja convertida después en piel café, recuerdo lluvia.

Recuerdo un encuentro furtivo en la calle con un subdirector famoso de un periódico famoso, aunque no se prodigue en imágenes y nadie reconociera su cara. Arrastrarse para una cifra de 20 dígitos, para que en sus vacaciones pagadas pensara con solidaridad en los que se mueren de hambre por África, más o menos, o allí enfrente de sus narices.

Quince bocatas de pólvora

© Caroline

El momento no puede ser más inadecuado, dicen.

Ahora descubro lecturas abiertas de poemas, foros para jóvenes escritores 18-30 años, encuentros literarios e incluso editoriales nuevas. Cuando ya me he ido. Todo lo que no había antes, ahora existe. Cuando ya no consideran (otros) que pueda asignarme la etiqueta de "joven". Cuando las aventuras, los viajes, las rarezas y las horas ya fueron, sin escaparate de Instagram  para difundirlas. 

Punto de no retorno: Presentación


Hay un punto de no-retorno orgásmico del que, una vez sobrepasado, no se puede regresar. Por mucho que se invente Sánchez Dragó que domina la técnica de retroeyaculación.

Ese lugar inevitable de levantar el pie al abismo y dar el paso. Y caer. Este fin de semana llegó. La balanza se ha inclinado hacia un lado, hasta casi romper el nivel. Mil veces al día lo deshecho y encuentro pegas, mil veces lo retomo. Pero la balanza ha indicado ya una vez un mismo sitio.

Café Noir


Estaba allí aquel poeta de nombre extraño, uno de esos nombres complicados que se escribe de una manera y se pronuncia de otra, el de la tilde invisible que es necesario haber oído antes.

Estaba allí aquel poeta, con un cigarrillo nuevo entre los labios. Incendió el filtro naranja y respiró la parte blanca.

— Qué. Fumo como quiero. No soy yo a quien buscas. Aquel.