Infinite

A pesar de todo

Hotel La Barracuda, donde blablabla (el rollo te lo sueltan en JotDown)

Cuando pasé por la puerta del hotel, camino del ciber que hay en la esquina, iba masticando Magma [Spurious]. Recién terminado y oculto en la maleta de "vacaciones". Ah, mira, ahí es donde... pensé de reojo, sin detenerme, y seguí con el runrun-quémierda-rún de Magma. El texto no tiene la culpa, en realidad, sino toda la basura que lo rodea. Sobre todo, la más cercana, en la contraportada del libro. Tremenda.

Todo bien, todo correcto, todo patas arriba



Antiguo, muy antiguo. Todo antiguo, casi tanto como el respirar.

El mismo antiguo teclado donde redacté mi tesina fin de carrera. Y los apuntes. Y la copia que he encontrado, la última. ¿Cuándo van a acabarse, joder?

En la selva de Amazon: autoedición y el mundo exterior




Ha sido una sensación extraña contemplar lo que uno mismo ha puesto en el mapa. Sacarlo de su sitio y que alguien (muy pocos, pero ya hay alguien) lo imagine. 

Y ahí está, lo he encontrado de camino a este reposo vacacional, que me ha traído de vuelta por otros motivos. 

Uno de los capítulos más largos y más dolorosos (pero el más recortado) de todo el texto. Ahí fuera. Muy extraño. 

La palabra


La palabra.

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"Ni audaz ni temerario, tampoco cobarde. La vida libre no le acobardaría. Claro que tal género de vida no se le ha presentado, pero tampoco esto le preocupa, como en general no se preocupa de sí en absoluto, pero hay alguien desconocido que se preocupa por él, tan sólo por él. Y esas preocupaciones de ese alguien desconocido, y en especial su constancia, son las que en horas silenciosas le causan una terrible jaqueca".

(En ninguna ocasión se está lo suficientemente preparado, Franz Kafka)