Infinite

Nueve

Toda una noche. Esto era un juego. Toda la noche completa. Ya no lo recuerdas porque nadie lo recuerda, cuando hablaban las horas como minutos. 

Hacia los domingos de verano

Hace muchos domingos que no era domingo. Incluso con su sol. Tengo que revisar las cifras una y otra vez para calcular las pocas entradas de 2016. ¿Qué pasó con aquel mayo de un post diario -o el intento de-? En 30 días nacieron más cosas que en todo un año.

Bernardiano suena bien como adjetivo


He escrito 8 libros. Es más de lo que han hecho algunos que hoy pueden poner en su tarjeta de visita o en la casilla profesional "escritor", "poeta". Cuento sólo aquellos libros que considero definitivos; si calculara con la edición de las colecciones de relatos, 2 libros más. O la edición de los diarios literarios, hasta 3 libros más. Pero 8. Serán 9 con el que voy a publicar. ¿Importa alguno? En absoluto.

Desmadejando los hilos rojos y 20 coronas checas

Los ilusos, como nosotros, pensamos que el simple hecho de escribir un montón de entradas sobre un cambio de vida o decirlo en voz alta provocará que las circunstancias sean diferentes de un día para otro. Porque sí, lo harán ellas solas. Igual que cuando decides dejar de fumar y esperas que, por ciencia infusa, tu cuerpo abandone la intoxicación adictiva sin protestar y no interfiera en el proceso y todo sea sencillo. Eso no ocurre salvo contadísimas excepciones (como que se te quite el mono de nicotina porque tus pulmones deciden una bronquitis y basta ya).

El sueño del viajero (II)