Infinite

Extractos liberados (I)

La copia de seguridad ha llegado a mis manos. A la boca del lector DVD. ¿Funcionará?.

¿Sabe usted lo que es una copia de seguridad? Hágala para no perder datos importantes por si el ordenador se estropea. No hombre, cómo cree, mi ordenador no se va a estropear nunca en la vida.

Y lo hizo. Ocho años después, pero se estropeó. Y yo también lo hice (las copias). Mis preciosas copias de archivos cuyos originales en papel habían desparecido por un motivo u otro. Folios extraviados, encuadernaciones de espirales rotas por diversos actos homicidas (fuego, lágrimas, mordiscos) y libretas depositadas en algún lugar mejor, cercano a la basura. 

Todas piezas de museo en el caso de ocurrir una catástrofe. Bien guardado todo.

Mi personaje no es ser tú, es ser yo


Mi personaje no es ser tú. Como tú, gran triunfador. A mí me gusta contar las infamias de las cosas. Lo anodino. La cualidad de perdedor. Hasta dejar cualquier personaje.

Eso no gusta. Porque no pertenezco a ninguno de los dos extremos.

No tengo una historia especialmente truculenta que contar, de las de guerras ni miembros humanos tirados por la calle. Es una historia más bien fea, pero dentro de la normalidad. Tampoco estoy en el otro extremo, a saber: no soy especialmente rica, no salgo en las revistas, no estoy buena (código estándar). Soy normal.

Malentendidos (?)


Cigarrillo, café. Otro cigarrillo y la pantalla del ordenador por todo entretenimiento aquella tarde. Los versos desfilaban por el documento word, a punto de convertirse en un poemario nuevo. Sin intención de que fueran un poemario nuevo, ni un libro, ni nada.

Clic. Clic clic. Oh. Clic clic clic.

Frustración digital


Hoy es un día de esos amargos. Muy amargo. Llevo rumiando una tarde, media noche y todo el día una larga lista de sentimientos que no sabía cómo encajar en un post. Sí, ahora mismo estoy amargada. Ahora que nadie lee, ¿por qué no ponerlo todo con pelos y señales?

La tarde-noche de ayer seguí con mis investigaciones y mis lecturas sobre el panorama literario actual (poético en particular). Primero apareció la angustia. Joder, cuánta gente nueva. Después fue dando paso a un sentimiento de frustración. Y luego de ira. Joder, por qué he perdido el tiempo estos años. Y luego de frustración otra vez. Coño, soy una desconocida, no puedo hacer nada a estas alturas. Y por último, la amargura. Nada a estas alturas, ojalá hubiera estado 10 años más tarde.

Pijos veinteañeros escritores


La Niña Salvaje dice:

No supura la herida, no hay tiritas que valgan para detener la corriente de malos, ácidos, melancólicos pensamientos ya pasados.

Obsoleta, vieja, tirada herida en la charca del pueblo fantasma. Allí donde las fotos de octubre y las primeras lluvias.

Tantos pijos 
para repartir
tan pocas ostias.
Sois todos muy listos y muy guapos.
Muy transgresores y modernos.
 Oh, yeah!
Cada uno, más que el anterior.
Cuidado con morderos las yugulares, es canibalismo.

Particiones














No importa dónde disputes la batalla
si al final la pierdes con honor.

Lleva sarampión en las mejillas.

Lleva pústulas de otro tiempo.

Lleva marcas de lo intangible,
el dolor
se hace carne
el dolor
lleva miseria.

Y no es la carne que esperas.

No importa, viene otra,
perder de nuevo la batalla.

Enamorarse.