Resuena la bocina imponente de un barco cuando empiezo estas líneas. Tres toques de aviso. El eco reverberante me recuerda a la escena inicial de la película Titanic, tan llena de movimiento, con un Leonardo DiCaprio tan feliz y tan rubio correteando entre el gentío para embarcar, sin saber que acabará azul. Echo mano de Google para que me encuentre los horarios. La nave se llama Oceana, dos mil y pico pasajeros, cubre el trayecto Coruña-Southampton. Avisaba a toda la ciudad de su partida hacia Southampton. Ese puerto, sí, el del Titanic. DiCaprio, qué haces, ar favó, no subas a ese barco, que luego una repipi te dice que en la tabla no porque se hunde y prefiere salvarse ella.
Mostrando entradas con la etiqueta El boli destiñe. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta El boli destiñe. Mostrar todas las entradas
El año del pensamiento mágico
jueves, 26 de diciembre de 2019
No sé si he escrito menos que nunca en el blog y por eso me he despistado, o primero me despisté y por eso he abandonado esta casa, cuando antes era el único lugar posible. Incluso he mandado a la carpeta de borradores despublicados una serie correlativa de posts (acción nunca antes vista aquí) porque no era su lugar ni momento. Pero regreso, como viejos amigos que se encuentran y reconocen después de viajar por todo el mundo.
El camino torcido del burro
miércoles, 17 de octubre de 2018
No sé hasta qué punto puede ser una astenia otoñal. Las astenias, por tradición, me dan durante febrero, justo todo el mes anterior a mi cumpleaños. O hasta qué punto tiene que ver con el artículo al que le doy vueltas una y otra vez de forma diaria, la parte siguiente de Mi verdadera historia ~ Malditos cerebros. Porque está quedando demasiado largo para las prisas actuales, aunque corte, resuma y vuelva a resumir hasta lo imprescindible. Porque significa masticar el relato completo de ese período amorfo que -ahora puedo nombrar con certeza absoluta- fue un episodio depresivo mayor y no la simple tontería de paso todo febrero un poco baja de ánimos hasta que llega mi cumpleaños el 28. Quizá es miedo a quedarme corta para que se entienda la gravedad del asunto pero con la posibilidad, sin caer en la magufada, de otra serie de motivos por los que salí adelante, sola, negándome a intervención alguna de mis próximos compañeros de profesión y relacionados -psicólogos y psiquiatras-. Quizá son dudas por toda esa gente que me ha conocido en la versión 2017 en la calle, y se pregunten quién es esta, que me la han cambiado del todo, alguien ajeno a lo que era durante el relato en cuestión.
El derrumbe
lunes, 16 de febrero de 2015
Tenía 16 años y tanta energía como para andar por el cementerio y reírme de la cifra mil ocho. 1800. Qué viejos.
Et in Arcadia Hölderlin
martes, 10 de febrero de 2015Les Bergers d’Arcadie (1637-1638) - Nicolas Poussin |
Hölderlin fue cifrado en piedra, en caracteres cirílicos y puntiagudos, esculpido por los canteros que sabían hacer las estanterías para la catedral. En un apartado del bosque, bajo un arbusto de grandes proporciones, escondieron esta piedra grisácea cuajada de inscripciones que nadie entendía y que pronto se olvidaron. En ese momento, Hölderlin no sabía que pasaría a la historia, porque sus contemporáneos ya le decían que no tenía nada que decir en esos momentos; el tiempo juzga de manera desigual, y sobre todo, hay un espacio fuera del tiempo que no se puede controlar en absoluto. Porque el tiempo de Dios es infinito y lo maneja a su antojo, tal como es: una ilusión. El tiempo de Dios es perfecto porque es eterno. La Eternidad es, precisamente, el no-tiempo, no el tiempo para siempre.
No existe la página en blanco - El bloqueo del escritor es un mito
lunes, 20 de octubre de 2014
He leído el tres mil millonésimo artículo sobre miedo a la página en blanco. Siempre pico, siempre acabo leyendo la misma basura. Es un tema que aparece, antes o después, en los sitios literarios o relacionados, y genera la misma inquietud por su planteamiento único sobre la cuestión.
El jilguero y otros sueños
lunes, 29 de septiembre de 2014
En 1993 Shania Abadú escribió el libro titulado El jilguero, donde se narraba la historia de una protagonista sin nombre que se encuentra en la calle una cría de este pájaro y lo lleva a su casa. En vez de meterlo en una jaula tradicional, demasiado pequeña, lo coloca en una grande, en contra de los expertos criadores que aseguran a la prota que el bicho no aprendería a cantar con tanto espacio. Pero el pájaro sí lo hace. Demasiado, quizá, porque la protagonista descubre que el jilguero le habla. Y que si lo saca de la jaula, en vez de escapar, se acerca a otros animales y estos también hablan.
La risa infinita
lunes, 15 de septiembre de 2014Mastico mis labios empapados en sudor. He visto estrellas de mar, vivas, cuando la marea desaparece varios metros. No un adorno disecado de colores imposibles (rosa o verde), tampoco pegadas al cristal de un acuario; vivas, en las paredes de roca. Y por supuesto -la primera vez en 35 años- he despegado una para tocarla con morbosa curiosidad. Extiende unos tentáculos pegajosos para adherise a la palma de mi mano; las cinco puntas deformadas, se mueve. Sin ojos se mueve, cómo sabe dónde ir, cuando la devuelvo a la pared llena de algas y ahí se queda otra vez. Seguimos nuestras vidas, ella bajo el agua y yo por encima de la superficie.
Esto es lo que queda...
jueves, 17 de julio de 2014
Esto es lo que queda de ahora, hace un año. Lo que se ve y lo que no se ve. Se ve la mesa, por ejemplo, sin churretes pegajosos. No se ve la pantalla del ordenador, donde los archivos cuadruplican el número de libretas. Que no todo va a ser engordar el callo en el dedo del bolígrafo, hay que repartir el borrado de huellas digitales entre 10.
Techo
martes, 15 de julio de 2014
Esta nueva caja para ti, que se deshace. Quizá un nuevo vestido y un perfume, un agua eau de rosas machacadas como adornos. El roce de nuestras telas es suficiente para que caiga el sol por un lado del precipicio, el fin de la Tierra-tierra está al volver la esquina y encontrarte en otro rostro que no me reconoce.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)