Resistencia
sábado, 18 de abril de 2015
Un sueño inquieto. Ya no los llamo pesadillas, porque no tengo pesadillas. Observo con lejanía de espectador consciente los sueños inquietos, en los que aparecen carreras, sudores, disparos, cosas inquietantes. Qué hay más inquietante que volver a estar frente a las Puertas, otra vez. Cuando hay Puertas, aparece Jung por alguna parte, de manera irresistible a la llamada.
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