Pólvora en la boca y sabor a sangre,
acero de color azul medianoche,
carreteras apenas dibujadas con un arco débil
de luz-faros-de-coche,
polvo en suspensión, polillas, piedras del camino
ni siquiera hay camino
nos hemos perdido de la civilización bajo una noche
donde se ve el universo entero sobre nuestras cabezas
cruzar de parte a parte,
norte a sur,
por qué estoy aquí, grito furiosa, y no veo
tu rostro para abofetearlo en la oscuridad
por perderme no se sabe dónde, ni por qué,
por qué estoy aquí, furiosa,
la civilización con halógenos espera nuestro sitio
y no es esta nada fosforescente
donde me has sepultado.
Ese imposible construido
que no está,
Granada en blanco y negro,
o Sevilla azul
o las montañas blancas con el logotipo
del perfil en las botellas de agua que bebo,
y al segundo intento la brújula hacia otro sitio,
devuélveme al mar,
deja que baje curvas infinitas por las Pedrizas
a 180 o 190
no sabes
con el acelerador a fondo,
el concierto empieza siempre con esta canción
y al fondo me espera el mar,
no sabes
me espera el mar,
me espera el mar,
espera el mar
pero en verde.
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