Recuerdo temblar congelada, sudar a pleno sol, piel roja convertida después en piel café, recuerdo lluvia.
Recuerdo un encuentro furtivo en la calle con un subdirector famoso de un periódico famoso, aunque no se prodigue en imágenes y nadie reconociera su cara. Arrastrarse para una cifra de 20 dígitos, para que en sus vacaciones pagadas pensara con solidaridad en los que se mueren de hambre por África, más o menos, o allí enfrente de sus narices.
Recuerdo un encuentro furtivo en la calle con un subdirector famoso de un periódico famoso, aunque no se prodigue en imágenes y nadie reconociera su cara. Arrastrarse para una cifra de 20 dígitos, para que en sus vacaciones pagadas pensara con solidaridad en los que se mueren de hambre por África, más o menos, o allí enfrente de sus narices.