Infinite

#Jueves

Mi reino por un caballo de Gengis Kan

Martes so far



Mírame, estoy acorralada.
Mírame, el desierto me ha hecho inofensiva.
That thing in the soul of the many. 

#Sábado

Por aquí escupo

Hay una gran diferencia entre la autoconsciencia afilada como un bisturí, capaz de diseccionar el mundo al mismo tiempo que se observa uno dentro, como espectador, y el simple ombliguismo chato del yo; entre sufrir enfermedad delicada o sólo sufrir de consumismo capitalista o los cánceres de los abuelos; entre los estados alterados de conciencia, con un objetivo ulterior de conocimiento, trabajados durante largas horas como entrenamiento espiritual, y el simple desbarre alucinatorio de drogas sintéticas. El ser humano más hueco puede alcanzar el estado de Nirvana con la dosis adecuada de MDMA, según kilogramos de peso.

Intenta hacerlo sobrio, gilipollas, verás que no puedes hacer nada.

Revolta

Celebrar Hallowen a lo raro: «Writers Royal Rumble»

Esto no me sale, oyes

Se os acaba el tiempo. ¡Se me acaba el tiempo! Es lo que pasa por dejarlo todo para el último día. O para el momento correcto, según se mire.

Fuera de combate. Fase #3


Si mezclas una perfomance de Abel Azcona con el final de Loopoesía 2013 de Jordi Corominas obtienes un desparrame parecido al happening en el que derivó la obra de teatro del 1 de noviembre. Mi personaje era el que sostenía un corazón de vaca y corría entre el público. Víscera mal envuelta en plástico transparente por culpa de las prisas, que empezó a chorrear sangre, y aquella chica disfrazada de vampiro en post-Halloween empezó a gritar, y el personaje a gritar más y a perseguirla, a restregar vísceras y todo el público acabó involucrándose en un éxtasis grupal.