Infinite

Exposiciones que vi sin querer


Beta


Esto es lo que queda...


Esto es lo que queda de ahora, hace un año. Lo que se ve y lo que no se ve. Se ve la mesa, por ejemplo, sin churretes pegajosos. No se ve la pantalla del ordenador, donde los archivos cuadruplican el número de libretas. Que no todo va a ser engordar el callo en el dedo del bolígrafo, hay que repartir el borrado de huellas digitales entre 10. 

Techo



Esta nueva caja para ti, que se deshace. Quizá un nuevo vestido y un perfume, un agua eau de rosas machacadas como adornos. El roce de nuestras telas es suficiente para que caiga el sol por un lado del precipicio, el fin de la Tierra-tierra está al volver la esquina y encontrarte en otro rostro que no me reconoce.

Paseos


Paso al lado de Saúl Pushkin cuando todavía no sé que es Saúl Pushkin. ¿Quieres uno? Son poemas, dice. Un montón de rollos de papel blanco, atados con cinta dorada. Me interesa, así de repente, aunque admito que sólo llevo 72 céntimos en la cartera en ese momento.