Enfrentar lo mítico es un ejercicio de heroicidad. Hay que tenerlos bien puestos porque habrá cosas incómodas, irrealidades que se pensaron firmes y pueden explotar en un segundo si nunca fueron así como las cuentan.
Vale para la realidad histórica, para la historia personal o incluso para autores u obras literarias clásicas, simple desvergüenza parvularia cuando se les hinca el diente. Sólo nombre.
Vale para la realidad histórica, para la historia personal o incluso para autores u obras literarias clásicas, simple desvergüenza parvularia cuando se les hinca el diente. Sólo nombre.