PUM |
Sigo con la televisión rota y soy feliz. Por fin disfruto de una "televisión cultural" a la hora que quiera, es decir, chuparme los documentales que me apetezcan en Youtube (y Vimeo) hasta quedarme tonta. Youtube sigue con las recomendaciones extrañas, a pesar de mis esfuerzos por no iniciar sesión.
Hacía otras (para variar) y acabé escuchando a mi "abuelo putativo". Casi al final, dice:
Y... PUM. Ahí está. Claudia llevaba cuatro meses huérfana, pobrecita mía. Faltaba una pieza por encajar. Que encajó cuándo NO estaba pensando en ella. ¡Acabo de convertirme en tortuga, Homo Minimus! Suficiente para reescribir todas las páginas, ahora que la ficción no puede apoyarse en el empleo basura -porque lo he vomitado en otro sitio-. Ahora sí que la has cagado, guapa.
Así que un adelanto y una fecha para revisar por dónde va: 15 de septiembre.
Esta vez, sí me lo tomaré con tranquilidad. Saldré a la calle y todo eso.
O no.
Pinchad en el iris, brutos. |
Siempre pensé que la inspiración también viene por una especie de cansancio que le da a la mente cuando lleva demasiado haciendo de receptáculo de ideas ajenas.
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