Te juego a la superficialidad.
Sonrío como si fuera simpática
y sabes que hago nubes por dentro.
Sara Bernard está cansada de M.
porque ha vuelto la fuerza del 2013 pero con carnes y huesos
de 2016 y 17 y gente que me ha visto sonreír
como si no llorara por dentro
nunca
por eso, si de algo sirve el tiempo,
es para erradicar la vergüenza de gritar enfurecida
a aquellos que juzgan la máscara y la sonrisa,
a los que no saben que dentro crepita un infierno
de llamas azuladas de mechero Bunsen y cuchillos de acero,
maldecir a los que creen poder acercarse
sin arder ni reventar.
Sara Bernard está cansada de M.
porque algunos hilos sueltos de espejo
se descuelgan para proyectar una imagen ridícula
de cercanía y superficie que en nada se parece
a las aristas plateadas que decoran este pozo.
Y si de algo sirve el tiempo
es para perder la vergüenza a señalar rabiosa
a los que creen saber mejor que yo quién soy,
y se sorprenden ofendidos sin tener derecho a ofensa
cuando sólo respondo con la misma intensidad
a sus torpezas innombrables.
Sara Bernard está cansada de la M. antigua
la que vivía ahogada en superficies
y casi muere antes de renacer por completo.
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