Infinite

Sin borrador

Se amontonan las palabras en uno, dos
o tres borradores, sin tener vergüenza
por mostrarse o con toda la vergüenza
porque hablan otros de casuísticas inexistentes.

Se borraron como si no hubieran existido
no por miedo, no sin gloria, no de llanto de la risa
sino llanto amargo del que duele, otros, saben,
dicen y premian lo infinito
que nunca podrá entrarse en la palma de su mano:
está podrida, está cerrada, está vetada.

Mordor es patético es comparación
con tal caterva de azazelíticos destructores
de lo ajeno.

Que nunca (no saben)
que nunca (pudieron)
respirar las letras y escribir el aire.
Renglones en las venas
no es una vacua metáfora.
Murallas de Mordor tampoco.
Del lado de fuera, son inexpugnables.

Sin borrador se quedan palabras ajenas,
sin vergüenza, sin mesura, vacías del alma
que de la sustancia salieron,
la masa indigna roba sin saber lo que
roba, tiene, huye,
dan premios oscuros a modo de exorcismo
mientras Luz-ifer se carcajea. O llora.

No hay voz propia que encontrar ni
borrador posible en aquello que ya está
determinado.

Modelos no existen.
Jamás existieron.
Madurar hasta la inversa.
Renacer era eso.

Creatividad de saldo y la cultura que viene

by Laura

Pensamientos al aire. Décimo intento. Nueve posts separados para tratar de explicarlo, 500 palabras cada uno. Por qué el esfuerzo, si lo estoy pensando todo junto. Así que todo junto va. No me hago responsable de los dolores de cabeza.

Pienso frases lapidarias:

Poema de Enero


 
Quiero decirte pocas cosas hoy.
Quiero dejar de leer lo de fuera
y escuchar tus palabras.
Saludar al 2012 (amanecer) entre fuegos artificiales.

Aceras húmedas, bordillos rectos,
el asfalto retumba en lo pies
de quienes andamos
lo que queremos.

El bullicio en el portal es
lo que quiero decirte, que sigue
el rumor de aire en tus pulmones
que no hace falta
olvidar, pero tuerce el cuello adelante.

Aceras húmedas, bordillos rectos,
aceras húmedas, bordillos rectos
asfalto en los pies
trozo carne trozo.

Los vivos están muertos.

# # # # # # # # #


(Pues ya está la base. Si alguien es tan amable de regalarme un micrófono de PC, aunque sea, os lo recito con mi propia voz. Gracias).

Consejos para empezar bien 2012

¿Preparado para Nochevieja? ¿Todavía tienes que salir para las últimas compras de la cena? Pero hombre, por qué lo dejas todo para el último momento. Bueno, pues atiende a nuestros consejos infalibles que te permitirán  no sólo una buena entrada y salida del año, sino además atraer todas las energías positivas, salud, dinero, amor, etc. para el nuevo.
1. Las Uvas de la Suerte: tradición española donde las haya, tomarse 12 uvas con las 12 campanadas, rentransmitidas en directo desde el reloj de la Puerta del Sol (Madrid). Este año, cambia las uvas por polvorones. Hay que conseguir metérselos todos en la boca, como si no hubiera mañana. Da igual que no consigas tragarlos. Y no te preocupes de una posible crisis de asfixia: te servirá de preparación para el ahogamiento que te espera el resto del año, falta de asistencia sanitaria incluída.

Palidece, recuerdo, palidece


Así es, aquí están, míralos. Todos los papeles viejos, los únicos que quedaban. Las últimas copias, incluyendo sus réplicas en CD, rotos. Todo junto, desmenuzado y astillado, ha ido a la basura. Fin.

Desconozco las manías de los escritores actuales respecto al tratamiento del primer material que escapó de sus manos. En el modelo antiguo, la mayoría de casos con éxito cuentan una historia parecida: se destruyen las primeras tentativas, con asco, por miedo o por vergüenza. En el modelo nuevo es más complicado, porque las muestras se airean al ojo mundial a través de la red, publicados digitalmente, después quizás en papel; hay más rastro donde aferrarse. Mucho más que perder.

Por miedo a...


Granulosos segundos de tiempo
no primeros, nunca errados.
El desprecio o la duda.
El miedo o la sangre.
Lo seguro o el viento.
Tenerte escondido en los pliegues de un silencio
que no ha podido gritarse.
Rayar las cáscaras de limón
para hacer buena sinfonía de corcheas,
demi-plié, grand-plié, relevé.
Filigranas transparentes de cristal.

Sorbo la gota, sorbo la hora,
chupo la cáscara del limón.
Bloquea el tiempo de pequeño sauvage.

Te he dado tanto... hasta quedar vacía,
exhausta de mí.
Caricia - carantoña - mimo.
Tarde puesta de sol en la que descansar de todo.
Sonido hueco de un timbre
horadado por la gota en tercera posición,
ter - ce - ra,
pie - delante - de.
Del caoba oscuro al rubio cobrizo luminoso.

Aquí muda sentada en la presentación
de otras letras impropias.
Al fondo, al final.
No diré nada.