He derramado sangre por este libro.
Y ahora qué...
lunes, 25 de diciembre de 2017
Mi fuerza de trabajo es débil. No importa que me divierta el ejercicio físico, tampoco la disciplina y el sacrificio de horas de Ballet reventándose los pies hasta hacerlos sangrar. No importa levantar 180º las propias extremidades con la fuerza combinada de cartílagos y tendones, porque transportar con la misma disposición heroica palés de objetos que quintuplican mi peso y altura no ha servido para renovar ningún contrato. Sólo para que alguien gritara no tienes creatividad.
Querido diario (I): de colores, la ira sagrada y machistas antimachistas
domingo, 19 de noviembre de 2017Huir de la mediocridad gris: la negación revolucionaria
viernes, 29 de septiembre de 2017
Todos piensan esta semana en una cuestión de estado tan importante como que se rompa el Estado, y desearía también analizar sobre política o fabricar algún artículo pero la actualidad que me roba la atención es otra; una preocupación unipersonal referida a los platos de comida, si al ponerlos sobre mi mesa estarán llenos o vacíos, porque de las ofertas recientes en una ya podría estar de alta, ay, voces amables, es algo.
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