Infinite

Creative Hawkes - Preview

Y loco Hawkes.
Podría haber pasando por alto esta edición reciente de El Caníbal de John Hawkes (marzo 2012) en  Libros del Silencio.

Ignorando como una ciega a Blumm y a JAB, como hice en su día, recién publicado. Cuando se dice que un libro "es difícil" saltan todas las alarmas, porque siempre acaba en tremenda hostia lectora del quince, ¿y eso era todo?

Soy muy exigente. Lo sé.

La maraña de Internet lo ha traído de vuelta, vía Blumm.

Y no, en esta previa soy rotunda: El Caníbal no es difícil en absoluto, es PERFECTO.

Esto ES escritura creativa; lo demás, todo, son pajotes mentales.

¿Por qué me haces esto, Hawkes?

Nada chirría. Nada extravagante. Parece que no hay nada. Ni siquiera, por no haber, un explotado panorama bélico de tipo nazi, aunque se supone que está de marco invisible. Bélico, a secas.

Puede que haya sido la música de fondo que acompañaba al Caníbal. O la tarde de domingo o cualquier otra cosa. Ni siquiera he visto la prosa poética, que se supone está, entre esas primeras 35 páginas. Sólo he visto paisajes colo acero. Uno tras otro.

Spitzen-on-the-Dein

Olvidarse de parpadear (e incluso fumar) durante 15 minutos, con la mente llena en simplezas como esta:

(...), Balamir llegó a creerse un príncipe. Seguía trabajando solo. Aún
recordaba el olor y el sabor de los medicamentos del sanatorio.
Luchaba contra las formas espantosas e intangibles que
brincaban desde los cajones
. (...) Anhelaba cuidar
ovejas y ser un perro desgarbado que conducía al rebaño por

verdes laderas. Anhelaba vivir en una cueva.

No sé muy bien por qué, en ese intervalo aparecieron superpuestos Aldous Huxley y mi padre putativo, Bernard Marx (Un mundo feliz). Tras situar Spitzen en el mapa, la leyenda reza así:
IN A BRAVE NEW WORLD
THOUGHTS ARE NOT NECESSARY: ONLY SOMA.
BE TRUE YOURSELF: STAY HOURS IN WAR.
LIVE AT THE BUNKER.
NO CHOICE,
NO THOUGHTS,
NO SUFFER,
NO DREAMS.
THE STEEL TOWER HIDES
THE REAL DAWN
OVER ON-THE-DEIN. 
NO DOUBT OF CHOICE.

Seguiré las restantes páginas, en busca de la hostia tremenda. Quizás no haya.

En este caso, sí utilizo con razón la frase comodín de estos días. Johnny, la gente está muy loca.

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