Sólo tres cosas nos separan: idioma, sexo y religión.
El fútbol no nos gusta a ninguno, menos mal.
Y el tamaño de las uñas, supongo,
que hasta hoy no eran iguales, supongo,
rasgadas al tirar de la arena.
Sólo tres cifras nos separan: 89 años, o 422, quizá 127.
O una hora.
Y el pegamento entre las uñas
por hacer manualidades con Swarovski
en vez de tinta.
O quizá una guerra.
(Quizás no nos separa ya nada)
(Quizás no nos separa ya nada)
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