Definitivamente, no.
Subrepticiamente.
¿Qué?
¿Qué es subrepticio?
No sé, pero me llega ahora esa palabra. Suena bien. Como la onomatopeya de un reloj, que sin embargo me avergüenzo de traducir.
Tric, clic, clic, quizás. Encendido y apagado de la pantalla. En el móvil, mira la hora en el móvil. Ya no quedan relojes de arcaico tic tac.