Infinite

El jilguero y otros sueños



En 1993 Shania Abadú escribió el libro titulado El jilguero, donde se narraba la historia de una protagonista sin nombre que se encuentra en la calle una cría de este pájaro y lo lleva a su casa. En vez de meterlo en una jaula tradicional, demasiado pequeña, lo coloca en una grande, en contra de los expertos criadores que aseguran a la prota que el bicho no aprendería a cantar con tanto espacio. Pero el pájaro sí lo hace. Demasiado, quizá, porque la protagonista descubre que el jilguero le habla. Y que si lo saca de la jaula, en vez de escapar, se acerca a otros animales y estos también hablan

La Sombra y el exceso de creatividad

original by Lauren K. Cannon


El concepto psicoanálitico de la Sombra es uno de los más alucinantes dentro de todos los elaborados por el autor suizo Carl G. Jung. Sombra es nuestra parte inconsciente donde se entierra aquello que no queremos ser o rechazamos, en contraposición al Yo consciente (Ego), aquello que de manera racional somos (creemos que somos o nos definimos como tal, porque también somos sombra). 

La realidad que imita a la ficción que imita a la realidad infinita


Trozos de arena



Fuerte como un olivo,
flexible como un olivo,
que lo varean y aguanta.


Redes elegidas y la soledad infinita


El primer estado oficial que publiqué en Facebook se remonta a 2010, y ya era una queja irónica sobre el final de la serie "Lost". Mientras todos se volvían locos con la retransmisión en directo -horario norteamericano- del último capítulo, los problemas técnicos de la emisión simultánea y el no cierre de varios detalles de la trama, mi noche en vela la dediqué a pelearme con la incomodidad visual que me provocaba -y me sigue provocando- ese tono exacto de azul web.

La risa infinita


Mastico mis labios empapados en sudor. He visto estrellas de mar, vivas, cuando la marea desaparece varios metros. No un adorno disecado de colores imposibles (rosa o verde), tampoco pegadas al cristal de un acuario; vivas, en las paredes de roca. Y por supuesto -la primera vez en 35 años- he despegado una para tocarla con morbosa curiosidad. Extiende unos tentáculos pegajosos para adherise a la palma de mi mano; las cinco puntas deformadas, se mueve. Sin ojos se mueve, cómo sabe dónde ir, cuando la devuelvo a la pared llena de algas y ahí se queda otra vez. Seguimos nuestras vidas, ella bajo el agua y yo por encima de la superficie.