Por las mañanas pido siempre un café para llevar, en uno de estos vasos de plástico con tapa. Me dan también un sobre, con poco azúcar y un palo blanco que sirve de cuchara-removedor.
El líquido que llaman café está malo malísimo, pero lo sigo pidiendo todos los días, a veces sin abrir la boca porque ya lo tienen preparado en la barra cuando me ven entrar.
El líquido que llaman café está malo malísimo, pero lo sigo pidiendo todos los días, a veces sin abrir la boca porque ya lo tienen preparado en la barra cuando me ven entrar.