Infinite

Vueltas y vueltas


Diría que el Periodismo es una mierda, así en general. O también podría decir que la casta empresarial sigue anclada en tiempos del Lazarillo de Tormes, y los empresarios siguen pensando que, pobrecitos, ellos ocupan esa desfavorable condición de Lazarillo muerto de hambre y deben emplear toda la picaresca a su alcance para sobrevivir. 

A costa de lo que sea.

No será la primera vez que lloriquee por este blog sobre la situación laboral. Ahora tampoco quiero extenderme demasiado, que el asunto ya va encaminado por la vías oficiales que le corresponden. Es una pena, sin embargo, y siento como una especie de arrepentimiento, por haberme alegrado de poder regresar a labores intelectuales después de dos años.

Cierto que farfullaba por lo bajini como promotora, por ser una labor de escasas horas (y por tanto, escaso dinero proporcional) y una tarea bastante aburrida lo de estar de pie, sin pensar. Al menos, la puntualidad de los pagos era exquisita, con independencia de terremotos y tormentas. 

Lo de ahora se ha transformado en un Dragones y Mazmorras. Hace dos meses que trabajo pierdo el tiempo en un redacción, y no han sido puntuales ni una sola vez. Supongo que los empresarios deben tener una máquina de hacer billetes o un transformador de aire en comida, por eso no entienden que te quejes si no hay salario del mes vencido hasta la última semana del mes siguiente.

Y de circunstancias de la producción, nada: haciendo trabajo periodístico he descubrirto que el medio tiene activos hasta tres procesos simultáneos de reclamación en el SMAC (Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación). Es decir, que si no llego a protestar en noviembre, no habrían pagado ni siquiera con retraso. 

Lo más triste de todo es la burda estafa, extrapolable a casi todos los sectores laborales y a toda la geografía peninsular (por la ¡oh, sí, adivinad! situación de crisis catastrófica). Si no puedes o no pretendes pagar, PARA QUÉ COÑO CONTRATAS A NADIE PARA QUE PIERDA EL TIEMPO EN UN NO-TRABAJO.

En mi caso, encima dejé otro empleo. Precario también, eso sí. Todo es precario y todo es crisis y mira qué bien. Pero mis tripas no entienden nada de eso, igual que los millones de tripas que estamos en esta situación.

Luego hay protestas ridículas de para qué está la carrera de Periodismo. Anda que la carrera de Empresariales, pues no sé. Deben existir asignaturas troncales como "Esclavitud en el Imperio Romano" o "Feudalismo del siglo XII". Si no, no me lo explico. 


1 comentario

  1. A ellos el sonido de las tripas de otros se las trae al pairo... Luego tienen la poca vergüenza de decir que tenemos demasiados derechos y tal y pascual, cuando, al menos es este país de mierda, las relaciones laborales son, en la mayoría de los casos, neofeudales... ¡Toma! Pues sí, al menos en los simbólico, se rinde vasasalle al tío de las monedas y así nos va, cada uno representando su papel al dedillo.

    ResponderEliminar