Como todos los finales de año, llega la hora de hacer listas con lo mejor de. No podía faltar, entre tanto ruido, los libros de 2012. Una lista imposible que voy a ahorraros, porque he leído lo que me ha dado la gana en cada momento y no las novedades, culpa de un bolsillo muy ajustado. Por contra, vengo a hacer una suerte de anti-listado furibundo del hecho en sí de las listas fin de año, que otra vez (366 días mediante, encima uno más) exhiben el mismo error que se repite, y se repite, y se repite... y no pasa nada, se mira hacia otro lado con supuesta vergüenza culpable. Lo siento mucho; me he equivocado y no volverá a ocurrir. Pero ocurre, al año siguiente.