La batalla está a punto de finalizar. O quizás ya se acabó y entregamos las armas sin darnos cuenta. El sol brilla el 1 de enero, 2013, igual que lo hizo ayer y la semana pasada o la anterior.
Aquí no ha habido ningún cambio sustancial pero a los humanos nos gusta marcar los calendarios, ofrecer buenos deseos, pensar en positivo. Es lo que tienen estas fiestas del mundo occidental: en el fondo nos impregna la masa crítica de la exaltación, saber que es una celebración que trasciende la fiesta de barrio, de los amigos, de la ciudad. Es una en la que todos parecen unirse. Y nos dejamos arrastrar, por qué no, muy agradable al unísono.
Aquí no ha habido ningún cambio sustancial pero a los humanos nos gusta marcar los calendarios, ofrecer buenos deseos, pensar en positivo. Es lo que tienen estas fiestas del mundo occidental: en el fondo nos impregna la masa crítica de la exaltación, saber que es una celebración que trasciende la fiesta de barrio, de los amigos, de la ciudad. Es una en la que todos parecen unirse. Y nos dejamos arrastrar, por qué no, muy agradable al unísono.