Ada Wang |
en esa época escribía sin descanso
hasta terminar libros.
Vuelvo siempre porque entonces nadie me había dicho
que no llegarían a ninguna parte,
que no ganarían nada,
que no servirían para nada,
que los espectadores del teatro nunca recordarían
el nombre, ni comprarían el libro.
Porque claro, el libro nunca se haría realidad.
Vuelvo siempre al mismo hueco de la corteza frontal
cuando todo iba en serio
y sin embargo, inocuo, con el mismo apremio
y ansia, pero sin ninguna consecuencia:.
quedaba tiempo (poco) pero quedaba.
Pasa el tiempo, los labios pintados y sombra de ojos,
fotos que inventamos antes de Instagram
y webs antes que blogs,
visitas en vez de "me gustas"
comentarios en vez de likes.
Y todo iba en serio,
sin posibilidad de ceder a la obsesión.
Vuelvo siempre a las esquinas invisibles
del poliedro que me hace sangrar,
cada vez más seca
cada vez más podrida.
El pensamiento positivo nunca funcionó.
Vuelvo a ningún sitio, este es mi sitio,
del que nunca debí escapar.
Let me down.
Nadie hará recopilaciones 1993-2013.
Let me up.
I like it.
ResponderEliminarY el día solo tiene 24 horas, y no se puede escribir, trabajar, aprender, y vivir, y hacerlo todo bien; porque de todos modos da igual, porque como dices, el sitio es ningún sitio.