No llames pereza a la incapacidad para empezar. Llámalo miedo.
Miedo es el verdadero nombre de lo que aflige al artista bloqueado. Puede ser miedo al fracaso o miedo al éxito. Lo más frecuente es que sea miedo al abandono. Este miedo hunde sus raíces en la realidad infantil. La mayoría de los artistas bloqueados intentaron convertirse en artistas en contra de los mejores deseos de sus padres, o bien en contra del juicio de sus padres. Para un niño esto supone un gran conflicto. Enfrentarte abiertamente a los valores de tus padres significa que será mejor que sepas lo que te haces. Si tanto daño vas a hacer a tus padres, será mejor que seas un gran artista...
Los padres se muestran dolidos cuando sus hijos se rebelan y, normalmente, declararse artista es visto por ellos como un acto de rebelión. Por desgracia, esa visión de que la vida de un artista es una mera rebelión adolescente suele permanecer, provocando que cuaqluier actividad artística acarree el riesgo de separación y pérdida de los seres queridos. Como los artistas siguen anhelando sus objetivos creativos, se sienten culpables. Esta culpa exige que se marquen como objetivo inmediato el ser grandes artistas, para así justificar esa rebelión.